miércoles, 12 de junio de 2013

LO QUE NO ES LEGAL NO EXISTE

Vivimos de ilusiones. Buenas y malas. Pensamos que si una cosa no está aprobada por la ley, simplemente no existe, y por eso nos asustan tanto las despenalizaciones y las supuestas 'legalizaciones' de cosas que en realidad suceden, y de la peor forma, hace rato en nuestro medio. Veamos algunos ejemplos de muestra:
  • El aborto: Este es el más neurálgico de todos. Los movimientos pro-vida se desesperan luchando para que el aborto no se 'legalice' en nuestro país, y lo peor de todo es que lo están 'logrando'. Porque tal vez, aunque la despenalización, que no legalización, del aborto no conste en la letra de la ley, sabido es que en este país el aborto es una vieja e inveterada costumbre, practicada tanto en respetabilísimas clínicas particulares como en impresentables 'consultorios' de emergencia en donde cuaquier cosa podría suceder al amparo de la supuesta ilegalidad y por lo mismo inexistencia del problema. No tenemos noticia, en ningún caso, de que algún médico, enfermera, padre de familia preocupado por su honor, madre de familia preocupada por el qué dirán, muchacha desesperada o novio en apuros haya sido encausado, de manera legal, por practicar esta ilegalidad, o sea este delito. Y sin embargo sabemos que existe, que se da de una manera casi cotidiana y de que, precisamente por la prohibición no se puede dar en las mejores circunstancias posibles ¿para quiénes? para la gente más pobre y desesperada, obviamente. Porque ¿quiénes sufren infecciones terribles, problemas de esterilidad o incluso la muerte al practicarse un aborto clandestino? No son precisamente las personas que pueden acudir a una clínica particular pagando lo que sea para cometer la ilegalidad correspondiente, sino, como ya dijimos, las personas de escasos recursos económicos. La despenalización facilitaría, entre otras cosas, que se salvaguarde la integridad y la vida de las mujeres y familias que, ante una circunstancia desesperada, tomen esta personalísima decisión. 
  • El matrimonio igualitario: Ahora sufrimos porque quieren legalizar el "matrimonio gay". Sufrimos tanto que no nos damos cuenta de que hasta el Presidente Rafael Correa se opone y muchos, en el fragor de su anticorreísmo unido a un curuchupismo irrestricto, andan sufriendo porque 'Correa va a aprobar el matrimonio gay' (textual). Cabe ahí la misma pregunta: ¿no existe el matrimonio igualitario en nuestro medio? ¿Qué es un matrimonio? Un matrimonio no es más que un contrato firmado por dos personas (hasta hace poco de sexo diferente) en el cual las partes se comprometen a una serie de obligaciones mutuas. Aunque en el cine y la literatura romántica se equipara el matrimonio a una unión de amor, sabido es que el matrimonio por amor es un invento reciente, y que más que el amor salvaguarda la institucionalidad de la familia y sobre todo la economía de la pareja que opta por casarse. Tras la firma del contrato de matrimonio (civil o religioso) y la correspondiente fiesta, lo que viene es un trabajo más o menos arduo, dependiendo de las circunstancias, para sostener el contrato durante el mayor tiempo posible. Quienes se han casado mantienen relaciones sexuales 'legítimas' y exclusivas (al menos en teoría), viven bajo un mismo techo (salvo excepciones) y en las ceremonias religiosas se juran (a veces en vano) amor, respeto, fidellidad y colaboración de por vida. Sabido es que, hoy por hoy, toda esta parafernalia se pone a hacer aguas por todas partes. Si bien hay matrimonios muy felices, fieles y duraderos, también existen de los otros, y cada vez son más. Por otro lado, respecto de los matrimonios entre parejas del mismo sexo, ¿seguro no hay? ¿Qué es, entonces, una unión de dos personas del mismo sexo que viven juntas, comparten espacios y bienes y que, por si acaso las mismas familias que los repudiaron al conocer su condición algún rato quieran apropiarse de los bienes que uno u otro dejan, han firmado en una notaría un contrato de mancomunidad de bienes y otras cláusulas de convivencia a largo plazo? Si eso no es un matrimonio, perfectamente legalizado, quiero saber lo que es. Algunos, hasta hacen una fiesta el día de la firma del contrato. 
  • El consumo de ciertas drogas: Entramos en terror porque quieren 'legalizar las drogas'. Si una camina a ciertas horas del día por ciertos sectores de la ciudad podrá darse cuenta de que las drogas se expenden y se consumen libremente a vista y paciencia de autoridades y público en general. El consumo de drogas en el mundo, no se diga en Latinoamérica y el Ecuador, es endémico. Un gravísimo problema de salud pública. Y la penalización lo único que ha conseguido ha sido convertir el narcotráfico en el más perverso y lucrativo negocio de nuestro tiempo, mientras la drogadicción campea por todas partes riéndose en nuestras narices de la ingenuidad que nos hace impedir su 'legalización'...
Sé lo que me dirán: entonces legalicemos el asesinato, la violación, el robo a mano armada... No lo creo conveniente ni me voy por ahí. Como dice un viejo refrán español: ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre. Sin embargo, los temas citados en este artículo se relacionan ante todo con situaciones y decisiones personales, o que exigen acciones en otros campos (la educación, la salud, los procesos de rehabilitación, las estructuras sociales). Es curioso que los mismos que claman por la libertad religiosa, por ejemplo, pidan 'todo el peso de la ley' para acciones que tienen que ver en mucho con ciertas libertades y opciones de consciencia. Y en último caso, comprendiendo que toda sociedad necesita de regulaciones y consecuencias, cabría preguntarse si la prohibición y el castigo han sido realmente efectivos en la prevención de cualquier delito.