jueves, 14 de noviembre de 2013

SOLO ELLA SE LLAMA MARILYN MONROE - O LAS CUATRO MUJERES RUBIAS DEL TAROT



 
Asoma Marilyn con su nardo de plata
hasta los senos
y yo tiemblo.
Julio Pazos Barrera

1
La tercera carta numerada del Arcano Mayor del Tarot de Marsella se llama La Emperatriz: en ella se ve la figura de una mujer rubia sentada en un trono, con ropajes que demuestran su poder y jerarquía. En su mano izquierda, relajada y serena, sostiene un cetro, propio de su condición de reina. Con el brazo derecho, envuelve en ademán protector un escudo en el cual se ve un aguilucho, una de cuyas alas está atrofiada. Mira hacia la derecha del lector (su propia izquierda) y en algunas versiones su rostro esboza una suave sonrisa.
Si hurgamos en el significado del arcano encontraremos que esta figura representa a la mujer terrenal en la plenitud de su poder de seducción, de la fuerza de sus atributos femeninos sexuales: es Marilyn de pie sobre una alcantarilla o respiradero del metro de la gran ciudad, fingiendo sujetar una falda que el aire subterráneo levanta para mostrar la maravilla de sus piernas. Es Marilyn en el clímax de su apogeo artístico. Afrodita, si queremos hablar de otra diosa, o de la misma diosa con diferentes nombres.
Y es así como la muestran en sus reflexiones y expresiones admirativas algunos de los fragmentos del libro Solo ella se llama Marilyn Monroe (Relecturas de una diosa)[1] que se refieren, al menos con mayor intensidad, al punto máximo de su esplendor: la introducción del mismo editor Raúl Serrano Sánchez, los fragmentos biográficos de Jennie Carrasco Molina, Galo Alfredo Torres, David Ramírez Olarte y Jorge Dávila Vázquez; las sesudas reflexiones de Humberto Robles, el poema “Una adorable criatura” de Iván Oñate, el irónico e inmejorable texto de María Helena Barrera, “Marilyn Monroe Redux”, los tres primeros fragmentos del poema de Raúl Vallejo, la infantil evocación de Byron Rodríguez Vásconez y el poema “La carne y el espectro de Marilyn Monroe” de Cristóbal Zapata.
Afroditamarilyn, nacida de la espuma del mar del caos que fuera su vida. Marilyndiosa, pasándonos por el forro ese primer mandamiento dictado seguramente por un Dios bien macho que para peor no tuvo el gusto de conocerla. Marilynemperatriz, acunando con su brazo derecho a todos aquellos niños que llegó a gestar pero que no alcanzaron a nacer, tal vez porque el arquetipo de la Madre era a un tiempo demasiado estrecho o demasiado grande para aquel portento de mujer.

2
El arcano 17 del Tarot de Marsella se llama La Estrella: en un entorno natural y bajo un cielo en el que resplandecen ocho estrellas podemos mirar a una muchacha rubia, desnuda y pensativa, que arroja el agua de dos jarras en un río. La una jarra vierte un líquido dorado, la otra, simple agua azulada. Imágenes todas que remiten a una actitud de entrega, tal vez de sacrificio, de auto despojo después de haber encontrado y haber ocupado un lugar privilegiado en el mundo. Imagen de calma, sí, pero también de cierta melancolía cuando se descubre que ha llegado el momento de cerrar por dentro la puerta de la habitación en donde se esconde el pasadizo secreto hacia la eternidad.
Tal vez aquí se vea representada la Marilyn que más amamos: aquella que, como Jesús en la cruz, carga con los pecados y la ingratitud de un mundo que ha usufructuado de sus más exquisitos dones y a la hora del té la ha abandonado a su suerte. Verdadera diosa más diosa que nunca en el momento de su escarnio, en la abismal soledad de su dolor de siglos eternizado en las fotos de su rostro sin vida ya despojado de todo glamour innecesario.
El corazón de Marilyn, también atravesado por siete espadas, es abandonado una vez más desde la perspectiva confesional de Modesto Ponce Maldonado, y ella misma asesinada sin piedad en el cuento “Cadáver Exquisito” de Marcelo Báez Meza, pero ese frágil corazón es también entrevisto con ternura y veneración, tal vez a través de unas inevitables lágrimas, por Iván Oñate en su poema “Hotel sin estrellas”, o en el maravilloso texto “Una muñeca sin niña” de  Huilo Ruales Hualca, y ella misma es cobijada y acogida en su abandono por el infinito cariño que puebla las palabras de Ramiro Oviedo, Fernando Nieto Cadena, David Ramírez, el último fragmento del poema de Raúl Vallejo, la mirada nostálgica y compasiva que Carlos Carrión echa sobre una foto, el encuentro imaginario de un bello relato de César Chávez e incluso la cínica confesión del último fotógrafo que la retrató en una narración de Raúl Serrano Sánchez.
Es en esta visión cuasi maternal desde donde, para sus fieles devotos del Ecuador, Marilyn alcanza su verdadera dimensión de estrella, es decir no la resplandeciente figura de los carteles que anuncian las películas, no la a la vez envidiada y admirada figura de sociedad, sino la pequeña huerfanita violada a los nueve años (según registra Ernesto Cardenal), la mujer con heridas tan hondas que varias veces pensó en la controversial misericordia de la muerte, la Diosa escarnecida y lastimada que con su sacrificio, y tal vez sin saberlo, pretendió redimirnos de la soberbia, la envidia y la lujuria, tres gravísimos pecados capitales de los cuales uno resulta esplendoroso y los otros dos absolutamente despreciables.

3
El arcano 21 del Tarot de Marsella se llama El Mundo: encerrada en una mandorla compuesta por hojas azules miramos a una muchacha rubia, apenas cubierta por un pequeño manto ligero que danza suspendida en un espacio etéreo, rodeada por las energías del aire, el agua, la tierra y el fuego. Plenitud más grande que la de la Emperatriz, pues ya ha trascendido lo meramente humano para pasar a formar parte de un universo mayor. Diosa de verdad, más allá de las turbias y misteriosas circunstancias de su transición. Icono. Arquetipo. Sentido global que sobrepasa los pocos y turbulentos años de su breve existencia. Realización más allá de la simple y prosaica historia personal.
Es así como la miran Carlos Eduardo Jaramillo, Aleyda Quevedo y Julio Pazos Barrera. En sus poemas no queda lugar para la compasión, tan solo la luminosa admiración de quienes logran captar la arquetípica esencia del ánima de un mundo patriarcal en donde una masculinidad exacerbada, sobredimensionada y displicente ha hecho de las suyas durante siglos.

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El arcano 14 del Tarot de Marsella se llama Templanza. Un ángel rubio ocupa de cuerpo entero la mayor parte del espacio de la carta. Lleva una flor entre la frente y el cabello, y los colores de sus ropas recuerdan a los de las de la Emperatriz. Intercambia un agua cristalina entre dos jarras, mirando serenamente esta operación. En la espalda le ha brotado un par de grandes alas blancas y brillantes.
¿Por qué amamos tanto a Marilyn quienes habitamos en este pequeño paisito hasta hace poco inexistente en la memoria colectiva del planeta? ¿Acaso por nuestra impertérrita veneración hacia todo lo que no sea nuestro ni se nos parezca? ¿Acaso por esa misma baja autoestima que nos lleva a disimular la forma de nuestra nariz, el tono moreno o grisáceo de nuestros cabellos, cualquier indicio de sobrepeso o de vulgaridad?
No se sabe. Quizás la adoramos como a otra de tantas diosas porque con su trágico destino nos enseñó que los dioses, en su esencia más auténtica, sí son de carne y hueso. No en vano adoramos a un hombre muerto y ensangrentado con todo el amor y la ternura de este mundo. Nos vale que haya resucitado. Lo que lo pone a la altura de nuestro cariño es la tragedia y la injusticia de su muerte. No en vano nos reconocemos en la camilla cubierta que sale de la silenciosa casa de Los Ángeles muy pronto inundada de policías, y detectives, y ya rodeada por llorosos fanáticos e impertinentes curiosos.
Y es así como el poder de sanar y hacer milagros interiores de aquella muchachita llamada Norma Jean Mortensen se manifiesta en los textos de Byron Rodríguez Vásconez, David Andrade Aguirre, Xavier Sempértegui y Jorge Martillo Monserrate, en donde los inconfesables deseos se subliman en aquella piel hecha de sombras y luces y las penas de amor de la adolescencia se mitigan en la autocomplacencia inspirada por la maravilla de su figura.
Inmortalizada en alrededor de una treintena de películas, sacrificada en aras de un poder tan perverso y espurio como todos los poderes de este mundo, abandonada y muerta como cualquier buen Dios o buena Diosa que se respete, Marilyn Monroe se ha convertido en el espejo no tanto de nuestras aspiraciones de gloria y de grandeza, cuanto de nuestras frustraciones, soledades y anhelos no logrados. Y es quizá desde allí donde ayuda al milagro de volvernos seres cada día más humanos, por obra y gracia de la tolerancia y de la compasión que no es lástima, sino ternura y amor del verdadero.

Por eso doy las gracias a Raúl Serrano: por llevarnos, a través de este libro, y más allá de los deleznables conceptos del chismorreo propio de la farándula, a reflexionar sobre nuestra condición humana a partir de la adoración a una de las más bellas y complejas diosas de los últimos cien años.


[1] Raúl Serrano Sánchez (editor), Solo ella se llama Marilyn Monroe (relecturas de una diosa), Cuenca, Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Azuay, 2013.

viernes, 11 de octubre de 2013

¿Y AHORA?


Supongo que no quiere irse contra sus convicciones, y entiendo que está en su pleno derecho. Nadie le puede obligar. 
Supongo (quiero pensar) que es parte de algo más profundo que una simple pose religiosa en un tiempo en el que cada vez se demuestra más que las religiones institucionalizadas de poco le han servido a la humanidad. 
Y no quiero que renuncie, ni voy a opinar sobre esa frase y esa actitud.
Pero me queda una sola pregunta: ¿y ahora? 
En ninguna parte del libro sagrado habla sobre el tema del aborto, ni para aprobar ni para reprobar. En muchas partes de ese mismo libro sagrado, habla de matar, y de muchas formas: lean si no los libros sobre la legislación que siguen al Éxodo. Matar a pedradas a las mujeres adúlteras, matar al que fornique con una mujer que está menstruando, matar al hijo que se porta mal con el padre (¿por qué no con la madre?), matar animalitos para los sacrificios... Así que que no me vengan a decir que por una vez, capaz para ganar adeptos, que el libro sagrado menciona un 'no matarás' ese libro articula alguna defensa de la vida. 
No alcanzo a comprender el empeño de la institucionalidad patriarcal en reprimir y castigar a la mujer que interrumpe un embarazo. No entiendo tampoco por qué no pone el mismo empeño en castigar al hombre que de seguro también participó en ese embarazo y, sobre todo, que con su irresponsabilidad y falta de solidadridad empujó, la mayoría de las veces, a que las mujeres terminaran optando por esa interrupción.
Según mi modesto entender, no es un tema de 'matar o no matar'. La vida no es en blanco y negro. Detrás de toda opción por interrumpir un embarazo hay por lo menos un corazón roto, un alma angustiada, incertidumbre, miedo... y por supuesto una profunda herida psicológica que no se puede desconocer echando las circunstancias en las dispares canastas clasificadoras de lo bueno y lo malo. 
"Hecha la ley, hecha la trampa" reza un viejo refrán español. Y así es. Cerrada esta puerta, las mujeres que no puedan más que optar por interrumpir sus embarazos seguirán abortando, solo que lo harán en condiciones mucho más precarias e inseguras que las que proporcionaría una visión menos cerrada y más comprensiva de la naturaleza humana y sus implicaciones. Y eso sí es una lástima.
 

jueves, 5 de septiembre de 2013

LO QUE CREO...

Nadie es perfecto. Ni siquiera Jaime Guevara. Ni siquiera Rafael Correa.
No se puede negar, por otro lado, que la irreverencia de Jaime Guevara puede llevarlo a acciones, gestos o palabras que sobrepasan el límite de lo aceptable. Y no se puede negar que Rafael Correa, al calificar a Jaime Guevara como una persona adicta a sustancias, habló desde un prejuicio basado en estereotipos antes que desde la ponderación real de los hechos, desconociendo además que, para quienes la padecen y para sus familiares, la adicción es una enfermedad antes que un estigma que deba ser tratado desde un moralismo trasnochado.
Tampoco se puede negar el aporte de Jaime Guevara a la canción de autor y a la cultura en general en el Ecuador. Y quien niegue todos los aportes positivos de Rafael Correa a la vida cotidiana y al crecimiento de este país es porque es el típico ciego que no quiere ver (o sea, el peor, según reza un conocido refrán).
Por eso resulta triste ver cómo, a partir de un incidente en donde ninguna de las partes tuvo una actuación ciento por ciento madura y ponderada, los ánimos se polarizan y la gente toma partido de una manera muy similar a quienes participaron en este suceso: desde las vísceras. Los partidarios de Guevara, con epítetos groseros y ácidos sarcasmos acusan a Correa de grosero y deslenguado. Los partidarios de Correa, partiendo de estereotipos infundados y una moralina más bien barata, acusan a Guevara de inmaduro y salido de madre.
Se ignoran, como siempre, los contextos y sobre todo los aportes de los dos personajes a lo que este país requiere y necesita. A la procacidad se une la ingenuidad: acabemos con Guevara porque no importa que sea un cantautor contestatario y prolífico y su aporte a la cultura popular nos vale un soberano rábano. Acabemos con Correa porque todo lo que ha ganado este país es una migaja frente a un malhadado comentario no del todo verídico, hecho, para peor, en uno de sus enlaces semanales.
Los medios privados, que jamás estuvieron presentes para difundir la música de Jaime como se merecía o para promocionar sus producciones, ahora, como les conviene, le conceden un espacio inusual (si lo hubieran hecho igual cada vez que salía un nuevo álbum, Jaime Guevara sería uno de los cantautores más conocidos de Latinoamérica, y posiblemente de todo el mundo), y por supuesto, reproducen cada insulto o acusación a Correa relacionada con estos acontecimientos, como ya es costumbre.
Voces estentóreas apoyan la poco ponderada actitud del mandatario, que según mi humilde criterio habría hecho mejor en ignorar el  gesto desaprensivo del cantautor y así dejar las cosas en el punto adecuado. Otras voces estentóreas piden la cabeza de Correa por haber agredido al cantor popular sin que nadie se acuerde de cómo era este país hace tan solo diez años. Los medios privados, corifeos de la oposición, aprovechan para pescar a río revuelto y así contribuir, no sin mala intención, al zafarrancho. Y es ahí donde cabe preguntarse:  ¿a quién le importa realmente el destino del país? 

martes, 9 de julio de 2013

LA CONDICIÓN HUMANA, QUE LE DICEN


Toma tiempo esto de comprender el funcionamiento de los seres humanos, pero poco a poco, y observando, podemos darnos cuenta más o menos de por dónde van las cosas. Aquí algunos ejemplos:
  • Una persona que mata a otra va a la cárcel por asesinato. Una persona que mata a mil en una guerra es condecorada y pasa a la historia como héroe.
  • Hitler, que se dedicó a torturar de modos espantosos y a exterminar judíos y otros seres que no cabían en su estándar de perfección durante alrededor de diez años, es la imagen emblemática del mal. La Iglesia Católica, que hizo lo mismo durante tal vez nueve o diez siglos (sí: dije siglos), sigue siendo una de las imágenes emblemáticas del bien.
  • Cuando Stalin envió a un sicario a través del mundo para matar y exterminar a Trotsky fue un crimen. Ahora que se persigue a Edward Snowden por todo el mundo con una ferocidad inusitada y se ha llegado a poner en riesgo la vida de un Presidente de una República Latinoamericana en ese trance, es un acto de patriotismo y defensa de la seguridad de un país (algunos desfachatados dicen que hasta del mundo).
  • Cuando la prensa mete cizaña, tergiversa información, utiliza ironías y sarcasmos ácidos está ejerciendo su libertad de expresión. Cuando el presidente Rafael Correa se excede en el uso de los adjetivos calificativos descorteses, es un grosero y un prepotente.
  • Para ciertas creencias religiosas y homofóbicas, la homosexualidad es un pecado mortal, pero para ciertos voceros de la Iglesia Católica hay que comprender a los curas pederastas... seguro no lo hicieron por maldad, algún trauma deben haber tenido. Y lo que es peor: hay que cambiarlos de diócesis y quedarse calladitos.
  • La misma Iglesia Católica censura a las otras religiones donde tiene poder, y defiende a capa y espada la 'libertad de cultos' donde no manda.
Y así... ¿se les ocurren más ejemplos?

[De todas formas les advierto que, como no soy fiel creyente de eso que le dicen 'libertad de expresión', censuraré los comentarios que me agredan, después de todo, posiblemente intervenido por la CIA y todo, este es uno de MIS blogs.]

miércoles, 12 de junio de 2013

LO QUE NO ES LEGAL NO EXISTE

Vivimos de ilusiones. Buenas y malas. Pensamos que si una cosa no está aprobada por la ley, simplemente no existe, y por eso nos asustan tanto las despenalizaciones y las supuestas 'legalizaciones' de cosas que en realidad suceden, y de la peor forma, hace rato en nuestro medio. Veamos algunos ejemplos de muestra:
  • El aborto: Este es el más neurálgico de todos. Los movimientos pro-vida se desesperan luchando para que el aborto no se 'legalice' en nuestro país, y lo peor de todo es que lo están 'logrando'. Porque tal vez, aunque la despenalización, que no legalización, del aborto no conste en la letra de la ley, sabido es que en este país el aborto es una vieja e inveterada costumbre, practicada tanto en respetabilísimas clínicas particulares como en impresentables 'consultorios' de emergencia en donde cuaquier cosa podría suceder al amparo de la supuesta ilegalidad y por lo mismo inexistencia del problema. No tenemos noticia, en ningún caso, de que algún médico, enfermera, padre de familia preocupado por su honor, madre de familia preocupada por el qué dirán, muchacha desesperada o novio en apuros haya sido encausado, de manera legal, por practicar esta ilegalidad, o sea este delito. Y sin embargo sabemos que existe, que se da de una manera casi cotidiana y de que, precisamente por la prohibición no se puede dar en las mejores circunstancias posibles ¿para quiénes? para la gente más pobre y desesperada, obviamente. Porque ¿quiénes sufren infecciones terribles, problemas de esterilidad o incluso la muerte al practicarse un aborto clandestino? No son precisamente las personas que pueden acudir a una clínica particular pagando lo que sea para cometer la ilegalidad correspondiente, sino, como ya dijimos, las personas de escasos recursos económicos. La despenalización facilitaría, entre otras cosas, que se salvaguarde la integridad y la vida de las mujeres y familias que, ante una circunstancia desesperada, tomen esta personalísima decisión. 
  • El matrimonio igualitario: Ahora sufrimos porque quieren legalizar el "matrimonio gay". Sufrimos tanto que no nos damos cuenta de que hasta el Presidente Rafael Correa se opone y muchos, en el fragor de su anticorreísmo unido a un curuchupismo irrestricto, andan sufriendo porque 'Correa va a aprobar el matrimonio gay' (textual). Cabe ahí la misma pregunta: ¿no existe el matrimonio igualitario en nuestro medio? ¿Qué es un matrimonio? Un matrimonio no es más que un contrato firmado por dos personas (hasta hace poco de sexo diferente) en el cual las partes se comprometen a una serie de obligaciones mutuas. Aunque en el cine y la literatura romántica se equipara el matrimonio a una unión de amor, sabido es que el matrimonio por amor es un invento reciente, y que más que el amor salvaguarda la institucionalidad de la familia y sobre todo la economía de la pareja que opta por casarse. Tras la firma del contrato de matrimonio (civil o religioso) y la correspondiente fiesta, lo que viene es un trabajo más o menos arduo, dependiendo de las circunstancias, para sostener el contrato durante el mayor tiempo posible. Quienes se han casado mantienen relaciones sexuales 'legítimas' y exclusivas (al menos en teoría), viven bajo un mismo techo (salvo excepciones) y en las ceremonias religiosas se juran (a veces en vano) amor, respeto, fidellidad y colaboración de por vida. Sabido es que, hoy por hoy, toda esta parafernalia se pone a hacer aguas por todas partes. Si bien hay matrimonios muy felices, fieles y duraderos, también existen de los otros, y cada vez son más. Por otro lado, respecto de los matrimonios entre parejas del mismo sexo, ¿seguro no hay? ¿Qué es, entonces, una unión de dos personas del mismo sexo que viven juntas, comparten espacios y bienes y que, por si acaso las mismas familias que los repudiaron al conocer su condición algún rato quieran apropiarse de los bienes que uno u otro dejan, han firmado en una notaría un contrato de mancomunidad de bienes y otras cláusulas de convivencia a largo plazo? Si eso no es un matrimonio, perfectamente legalizado, quiero saber lo que es. Algunos, hasta hacen una fiesta el día de la firma del contrato. 
  • El consumo de ciertas drogas: Entramos en terror porque quieren 'legalizar las drogas'. Si una camina a ciertas horas del día por ciertos sectores de la ciudad podrá darse cuenta de que las drogas se expenden y se consumen libremente a vista y paciencia de autoridades y público en general. El consumo de drogas en el mundo, no se diga en Latinoamérica y el Ecuador, es endémico. Un gravísimo problema de salud pública. Y la penalización lo único que ha conseguido ha sido convertir el narcotráfico en el más perverso y lucrativo negocio de nuestro tiempo, mientras la drogadicción campea por todas partes riéndose en nuestras narices de la ingenuidad que nos hace impedir su 'legalización'...
Sé lo que me dirán: entonces legalicemos el asesinato, la violación, el robo a mano armada... No lo creo conveniente ni me voy por ahí. Como dice un viejo refrán español: ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre. Sin embargo, los temas citados en este artículo se relacionan ante todo con situaciones y decisiones personales, o que exigen acciones en otros campos (la educación, la salud, los procesos de rehabilitación, las estructuras sociales). Es curioso que los mismos que claman por la libertad religiosa, por ejemplo, pidan 'todo el peso de la ley' para acciones que tienen que ver en mucho con ciertas libertades y opciones de consciencia. Y en último caso, comprendiendo que toda sociedad necesita de regulaciones y consecuencias, cabría preguntarse si la prohibición y el castigo han sido realmente efectivos en la prevención de cualquier delito.

lunes, 4 de marzo de 2013

DE ACUSACIONES, PREJUICIOS, MARCHAS Y REALIDADES


Cuando Karina Del Pozo desapareció, rápidamente se le endilgó la culpa a un anónimo taxi cuyas placas los amigos de la joven 'se olvidaron' de apuntar. Viejo recurso del encubrimiento del crimen en donde la atención se desvía hacia otro lado para despistar, pero eso no es lo grave de esta historia, después de todo, ¿quién no quiere proteger a sus amigos? ¿o quién no recibe presiones para hacerlo? 
Los sucesos que conforman este hecho, como los acontecimientos desperdigados en una narración policial vanguardista, se acumulan en una macabra sucesión de indicios: una fiesta, un grupo de amigos que salen de ella, entre ellos una joven atractiva, huérfana; una desaparición, una acusación falsa, unos descubrimientos que parecen apuntar a la verdad de lo ocurrido: ningún taxi, el auto donde el grupo de jóvenes se alejó con manchas de sangre, de tierra, con huellas de violencia. Y el cuerpo de la joven de veinte años abandonado en una quebrada. 
No faltan, por otro lado, cierto tipo de reacciones que podríamos calificar de 'folklóricas' por decir lo menos: marchas que piden 'justicia', plantones que frente al palacio de Carondelet exigirán 'seguridad'. (Me pregunto, en los países más azotados por serial killers -Estados Unidos, Inglaterra, Colombia... - ¿se hace este tipo de cosas?) Como pueblo, como colectividad, todavía confiamos en el recurso del 'emperro' para que alguien a quien hacemos responsable absolutamente de todo se encargue de resolvernos cada problema que se nos presenta. 
Sin embargo, estas líneas van en otra dirección. Obviamente, una sociedad debe tener mecanismos de regulación y sanción de las conductas delictivas (aquello que llamamos justicia), y mecanismos de control y protección de las personas (seguridad). Sin embargo, este tipo de situaciones no pasan solamente por cuestiones judiciales o de control de la seguridad. 
La pregunta que subyace, que a todos nos ataca es, como sociedad, como grupo humano, como laboratorio de relaciones entre géneros, ¿qué nos está pasando? Una muchacha joven, carismática, trabajadora, hermosa muere a manos de sus 'amigos'. Aunque todavía no se lo ha demostrado en los estudios y autopsias, resulta obvio que el tema sexual está de por medio. Y la violencia: la muchacha muere presumiblemente de un golpe en la cabeza. 
Difícil reconstruir la historia sin estremecerse. En una proporción de tres a uno, si no más, Karina es atacada. Eso se llama cobardía. ¿Qué quisieron hacer con ella? Aprovecharse de su cuerpo, de su sexualidad, de su condición de mujer. Eso, por más repetido y común que sea, no tiene nombre. ¿Quisieron asesinarla, de entrada? ¿Fue un accidente? Muere a causa de uno o varios golpes, de seguro fue intimidada con armas reales o improvisadas. Esa es la esencia del crimen.
Y luego culpamos a un taxista que afortunadamente no existe. Ahí radica una extraña mezcla de ingenuidad y mala fe.
Pero sorprende más dolorosamente aún la edad y condición de los otros personajes de esta historia, los agresores: de 19 a 26 años. Clase media universitaria. Hijos de familia. No se está hablando de hampa, de crimen organizado, de pandillas marginales. Se está hablando de muchachos con los que cada día podemos compartir, tus amigos, los míos, tus alumnos, los míos, tu hijo, el mío... Un titular escalofriante: "Karina del Pozo conocía a sus asesinos".
Me pregunto, ¿cómo se puede vivir así? ¿Qué pecado es ser hermosa, atractiva, sensual? ¿Qué pecado es resistirse a los requerimientos que sobrepasan lo que una desea? ¿Qué les da a los 'amigos' o pretendientes de una joven el derecho a disponer de su cuerpo, de su vida y de su muerte solamente por un capricho que aparte de todo puede ser exacerbado por el consumo de alcohol y otras sustancias? ¿En dónde se quedó el respeto a la vida y a la persona como tal, cuándo nos olvidamos de inculcarlo en nuestros jóvenes?
Por todo eso, antes de la concentración en la Cruz del Papa, o la marcha hacia Carondelet y el consiguiente plantón para pedir justicia y seguridad y así desligar nuestras responsabilidades en hombros ajenos, sería conveniente que, como ciudadanos y ciudadanas, como gente adulta, como miembros de una sociedad en donde estas cosas suceden con más frecuencia de la deseable (un solo caso ya sería demasiado) hagamos una concentración hacia dentro, una marcha hacia nuestro interior, un plantón en nuestra consciencia, y nos preguntemos cada uno y cada una cuál es nuestra pequeña o grande responsabilidad en esta racha de descomposición ética y humana que se vive en el día a día de nuestro mundo.

martes, 12 de febrero de 2013

JULIO CORTÁZAR


Hace veintinueve años estaba escuchando la Radio Exterior de España en onda corta mientras hacía mis deberes de la universidad, cuando de repente saltó la noticia: Julio Cortázar acababa de fallecer en París. Me tocó. En aquel entonces era muy joven, y Cortázar se me aparecía en el panteón de mis dioses como uno de esos seres que no adolecen de la principal característica de los seres humanos: la mortalidad.
Poco tiempo antes lo había descubierto, movida por la curiosidad que me ocasionaron algunos sucesos universitarios de los que prefiero no acordarme. Y todavía recuerdo el extraño sentimiento, mezcla de pánico y fascinación, que me acometió al leer el emblemático cuento "La noche boca arriba", o la sorpresa que siempre acompañó los encuentros con sus palabras, con su finísima ironía, con su humor inteligente, con la fuerza poética y el desconcertante y maravilloso mundo al que siempre me condujeron sus palabras, sus poesías, sus cuentos.
Aquella fue tal vez la primera vez que tuve un sentimiento de orfandad ante la muerte de alguien que, técnicamente hablando, era un perfecto desconocido. Curiosa familiaridad la que compartimos con nuestros 'ídolos' sin que ellos lo sepan ni lo sientan igual.
Sin embargo, mientras va pasando el tiempo y miro el asombro en los ojos de mis estudiantes, y cómo sus palabras continúan llegando a las mentes y las almas de los jóvenes más allá de la muerte y la caducidad de las personas, comprendo que, ya en vida, Julio Cortázar era aquello que llamamos un clásico, y que lo seguirá siendo a lo largo del tiempo. Pues sus aportes a la literatura, y a través de ella al alma y a la consciencia de las personas van más allá de lo meramente accidental, no pueden constituirse en moda ni barniz cultural.
Salud, maestro, en el aniversario de su paso a dimensiones más etéreas. Y como digo siempre: gracias por existir. Y por seguir existiendo a través de sus historias.

jueves, 31 de enero de 2013

DESCONCIERTO


No es nada personal. Tampoco es su homofobia lo que más me perturba o me incomoda, porque creo que ahí no está el meollo del asunto. Para mí, el meollo de ese asunto está en otra cosa, mucho más sencilla: ¿por qué el PRE eligió al pastor Nelson Zavala como candidato presidencial?
Me devano los sesos preguntándome cuál será el motivo fundamental de semejante decisión. En un tiempo de apertura mental, de retroceso del patriarcado, de cuestionamientos al monoteísmo, y cuando la unión Iglesia-Estado lleva más de un siglo de agonía, en un país, además, mayoritariamente católico, escogen como candidato a un pastor evangélico cuya bandera de campaña son la intolerancia y el teocentrismo.
Del fundamentalismo islámico (recordemos que Abdalá proponía la castración para los violadores) pasamos al fundamentalismo cristiano, y realmente solo la seguridad de que no va a ganar me sostiene en la tranquilidad que, sin embargo, no deja de verse afectada por el desconcierto. Pienso que, si es un hombre pensante, como a veces aparenta, ni siquiera el mismo Dalo Bucaram está en tales niveles de enajenación.
No quiero aventurarme a dar un pronóstico para su votación, pero estoy segura de que será ínfima. No tiene de dónde sostenerse. 
La pregunta siempre pasa por lo mismo: ¿qué clase de gente, de país nos creen? ¿Creen que la homofobia puede ser un argumento válido para captar votos en un país en donde existen millones de problemas más acuciantes que la presencia de una orientación sexual por demás legítima, aunque a algunos no les guste?
Lo único que se me ocurre es que el PRE eligió a semejante candidato porque no quiere ganar. ¡Ni de fundas!